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Consejos de alimentación para la insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca (IC) es una enfermedad crónica, de lenta progresión. El estilo de vida y la dieta son claves para prevenir la aparición de IC o frenar su progreso, lo advierten los cardiólogos.

El foco de la dieta, como vienen recomendando los especialistas para los pacientes cardíacos, se basa en reducir la grasa, la sal y el peso. Eliminar el tabaco y el alcohol.

no sal

“La sal colabora con la retención de líquidos en el cuerpo y esta es una de las consecuencias de la insuficiencia cardíaca, por lo que es necesario evitarla”, explica Luis Alberto Gómez Macías, cardiólogo especialista en arritmias. La retención de líquidos aumenta el volumen de sangre y por ende la presión arterial. El consumo de sal recomendado es de 5 gramos diarios, pero en personas con IC lo ideal es 3 gramos.

sal

El cardiólogo especialista en arritmias recomienda que para reducir la sal  lo mejor es no agregarla los alimentos y evitar las conservas, encurtidos, ahumados y enlatados.  “Se puede sustituir la sal por otros condimentos que den sabor”, asegura el cardiólogo especialista en arritmias Gómez Macías.

En el caso de las grasas los cardiólogos alertan que tanto las saturadas como las trans y el colesterol son enemigos de los vasos sanguíneos, porque se depositan en ellos y dificultan u obstruyen el paso de la sangre. “Muchos alimentos de consumo cotidiano son altos en grasas” dice el cardiólogo especialista en arritmias y enumera: los lácteos enteros, mantequilla, carnes grasas, embutidos, fritos, entre otros. Se recomienda no freír los alimentos y usar la parrilla, la plancha, el vapor o el horno.

El agua es un consumo a tener en cuenta, ya que el paciente con IC retiene líquidos. Los que presentan la enfermedad con síntomas leves o moderados pueden beber agua normalmente, a menos que el cardiólogo indique otra cosa. Pero los que tienen síntomas graves no deben superar los  2 litros de líquido al día (no solo agua, todos los líquidos como leches, jugos, sopas y algunas frutas).

El tercer objetivo de la dieta es que el paciente baje de peso, ya que esto le permitirá alivianar el trabajo que realiza el corazón y mejorar la calidad de vida. Pero, cuando la enfermedad es moderada a grave la pérdida de peso puede ser un problema porque la IC presenta síntomas como falta de apetito, malnutrición y pérdida de peso in intencional. El especialista deberá evaluar el estado nutricional del paciente.

Los pacientes con insuficiencia cardíaca suelen tomar diuréticos para evitar la retención de líquidos, en algunos casos esto produce una baja en el potasio por eso deberán incorporar alimentos que le aporten esto a su dieta (plátano, guineo, tomate, kiwi, etc).  Sin embargo, esto debe ser con control del cardiólogo ya que algunos medicamentos para la IC suben el nivel de potasio en sangre.

El alcohol (disminuye la fuerza con la que se contrae el corazón, aumentar la tensión arterial y favorecer las arritmias) y el tabaco están prohibidos en la dieta y son contraproducentes para el corazón. Es importante que a la dieta se le sume ejercicio físico (monitoreado por el cardiólogo). “El ejercicio debe comenzar progresivamente e ir aumentando en la medida de que cada paciente necesite”, advierte Gómez Macías, cardiólogo especialista en arritmias.  Los ejercicios ideales son caminatas, natación y andar en bicicleta.

 

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¿Cuáles son las causas de la insuficiencia cardíaca?

Es una enfermedad que se caracteriza por progresar lentamente e ir debilitando al corazón (aunque a veces se presenta repentinamente), de manera que no puede bombear correctamente la sangre oxigenada para que llegue a los órganos del cuerpo de manera eficiente. Su desarrollo puede llevar años y generalmente se agranda el corazón, según los especialistas.  En los casos en los que no se recurra al cardiólogo para tratar esta patología, el cuadro empeora.  Puede que el paciente vea afectado solo el lado derecho o izquierdo del corazón, sin embargo los casos que más tratan los cardiólogos son los que ambos lados están comprometidos.

Con la insuficiencia cardíaca (IC) “el corazón no bombea suficiente cantidad de sangre, la sangre se acumula en las venas, hay retención de líquidos en el paciente y se hinchan las extremidades, sobre todo las inferiores. El líquido también se acumula en los pulmones”, explica Luis Alberto Gómez Macías, cardiólogo especialista en arritmias. “El paciente empieza a sentir falta de aire, necesita dormir sentado, cansancio extremo, tos, hinchazón en pies y piernas, y aumento de peso por la retención de líquidos”, continúa explicando el cardiólogo especialista en arritmias.Pero ¿cómo se llega a esta situación? “La insuficiencia cardíaca tiene varias causas pero la más común es la enfermedad arterial coronaria”, asegura el cardiólogo especialista en arritmias y continúa: “También puede ser consecuencia de un infarto al corazón, hipertensión no controlada, defectos genéticos del corazón, enfermedades del miocardio o de las válvulas cardíacas. Una infección en el corazón o sus válvulas también puede derivar en insuficiencia cardíaca”. Y agrega que las arritmias son otro motivo, así como el uso de drogas o alcohol, algunos tratamientos de quimioterapia, el sobrepeso, la diabetes, sarcoidosis, exceso de hierro en el cuerpo, anemia grave y problemas de tiroides. Estas patologías o factores afectan al músculo cardíaco de manera que no puede expulsar correctamente la sangre fuera del corazón (IC Sistólica) o el músculo está tan rígido que el órgano no se llena fácilmente de sangre (IC Diastólica).

Alrededor del 80 por ciento de los pacientes con IC sufren de arritmias ventriculares. Las arritmias de fibrilación auricular se da en un 15 a un 30 por ciento de los pacientes con insuficiencia cardíaca y duplica la mortalidad. Otras arritmias frecuentes son las bradicardias.

Como prevención el cardiólogo Luis Gómez  Macías recomienda un cambio de vida evitando el alcohol, el cigarrillo, el sedentarismo y el sobre peso. “Incorpore una dieta sin sal y el descanso suficiente”, concluye el cardiólogo especialista en arritmias.

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¿Para qué sirve tomarse el pulso?

Conocer tu cuerpo y su funcionamiento te ayudará a detectar señales cuando algo ande mal.  “Que un paciente sepa tomarse el pulso y controlar sus valores es importante para diagnosticar las arritmias, tener un control del tratamiento  y saber cómo funciona su corazón”, explica Luis Alberto Gómez Macías, cardiólogo especialista en arritmias.

El pulso es provocado por la expansión de las arterias al circular la sangre que es bombeada por el corazón.  Es un indicador del ritmo del corazón y si existen arritmias las delatará. No se necesita ser cardiólogo o especialista para poder medirlo.

¿Cómo medir el pulso?

Si no te anima a hacerlo manualmente, en el celular hay aplicaciones.  Pero aprender es fácil y no dependerás de las app ni del cardiólogo.

Se utilizan los dedos índice y medio (el pulgar nunca porque se puede confundir con el propio pulso de la falange). Los dos dedos deben situarse cerca de una arteria y presionar suavemente contra la estructura interna firme (el hueso). Para medirlo en la muñeca se colocan los dedos por debajo de la base del pulgar. En el cuello se presiona al lado de la manzana de Adán. Se cuentan cuántos latidos en un minuto. Si estás llevando un control para el cardiólogo puedes anotar para el especialista los valores y la actividad realizada.

 

 

¿Dónde medirlo?

 

Los lugares más comunes son en la muñeca y en el cuello (arteria carótida),  también la ingle (femoral),  entre bíceps y tríceps (branquial),  la sien y el tobillo (tibial posterior).

¿Cuáles son los valores de frecuencia cardíaca?

 

La frecuencia media normal en reposo varía según la edad y está medida en latidos por minuto. Si encuentra alguna diferencia recurre a tu cardiólogo.

Recién nacidos: entre 70 y 190.

Niños de un año: entre 80 a 160.

Niños de 7 a 9 años: entre 70 y 110.

Adultos: entre 60 y 100.

Atletas de alto rendimiento: entre 40 y 60.

¿Qué pasa si tengo valores por debajo de lo normal?

Esta arritmia es bradicardia,  con menos de 50 latidos por minuto en reposo. Las causas pueden ser genéticas  o adquiridas (infartos o envejecimiento del sistema de conducción).

¿Y por encima?

Si hay más de 120 latidos por minuto es taquicardia. Puede deberse a  arritmias, por lo que debería consultar a un cardiólogo especialista en arritmias. Pero no todas las taquicardias son síntoma de enfermedad, a veces se producen como respuesta normal al ejercicio, al estrés, a la fiebre alta o anemia.

¿Qué hago si el pulso es irregular?

Si tus latidos te producen sensación desagradable, se detienen o saltan; estás frente a una irregularidad en el pulso, que probablemente esté asociada a arritmias por lo que deberás consultar a un cardiólogo especialista en arritmias. Puede tratarse de extrasístoles (latidos de más) u otras arritmias.

¿Qué pasa en el ejercicio?

La frecuencia cardíaca normal cambia en reposo y en movimiento. El corazón se ejercita y necesita latir más para cubrir las necesidades energéticas del cuerpo en movimiento.  Por eso, en los adultos las pulsaciones  pueden subir hasta 200. Puedes consultar con tu cardiólogo cuál es la pulsación adecuada para tu cuerpo durante la gimnasia. Los atletas de alto rendimiento deben tener un control estricto con su cardiólogo ya que pueden llegar a desarrollar arritmias.  Es probable que el cardiólogo especialista le solicite un holter.

 

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Código infarto: ¿Cómo actuar?

La mortalidad y las secuelas de un infarto dependen de los tiempos de reacción del enfermo, de sus familiares, de la estructura hospitalaria y los protocolos.

Muchas veces los síntomas se desestiman o se confunden y las consecuencias son fatales.

Cuando una persona se descompone lo más importante es mantener la calma. La primera acción es llamar una ambulancia o llevar al paciente a la casa de salud más cercana. En especial si se trata de un paciente con enfermedad coronaria, hipertensión, antecedentes familiares de infarto cardíaco, colesterol o triglicéridos altos, si es una persona que fuma o consume alcohol u otras drogas, si es obeso o tiene diabetes. Pero, inclusive, en el caso de los pacientes jóvenes o sin factores de riesgo conocidos, no se debe bajar el nivel de alerta.

Si la persona que se descompone sufre enfermedad coronaria, hay que indicarle al especialista de la emergencia qué medicinas toma y llevárselas. Y si tiene un cardiólogo de cabecera ponerlo al corriente. También hay que contarle al cardiólogo de la emergencia los síntomas y cómo sucedieron los acontecimientos. El paciente no deberá hacer ningún esfuerzo físico.

 

El tiempo es músculo

Cada segundo cuenta para poder salvar al corazón. Cuanto antes se trate el infarto, mayor posibilidad tiene el cardiólogo de rescatar el músculo cardíaco. Algunas veces el infarto se da sin síntomas, pero cuando da señales hay que actuar con rapidez. Si el paciente siente dolor en el centro del pecho que surge repentinamente y se siente como una opresión, es una de las características del infarto que más advierten los cardiólogos. A veces se extiende al brazo izquierdo, a la espalda y al cuello. También son síntomas la falta de aire, mareo, síncope, náuseas, vómitos, palidez y palpitaciones. Algunas señales atípicas son dolor de hombro, de dientes y en la boca del estómago.

 

En manos de los cardiólogos especialistas

Una vez ingresado, será el cardiólogo el que realice un electrocardiograma, un estudio de las enzimas cardíacas y examen físico del paciente. El código infarto es una serie de procesos utilizados mundialmente por los cardiólogos para el diagnóstico y tratamiento del infarto. Si dos de los tres estudios que el cardiólogo le realiza al paciente dan positivos, entonces se define el infarto.

El tratamiento del paciente indicado por el especialista constará de medicación, soporte de oxígeno, nitratos y un tratamiento dirigido, que puede ser de dos tipos: fibrinólisis (medicaciones para destruir el coágulo) o angioplastia (cateterismo cardíaco).

 

Infarto y arritmias

Los infartos cardíacos, así como pueden presentarse con dolor de pecho, también pueden presentar arritmias como taquicardias ventriculares, fibrilación ventricular, bloqueos cardíacos y muerte súbita. Esto suele agravar el cuadro clínico y aumentar la mortalidad. Muchos de estos infartos pueden generar un deterioro tal del corazón en el cual el paciente, una vez tratado su infarto puede continuar padeciendo riesgos, tanto de contraer otro infarto como de muerte súbita por arritmia. El riesgo de muerte súbita va en relación con la fracción de eyección (el porcentaje de fuerza con la que bombea el corazón). Cuando es menor del 40 por ciento, el paciente que sufrió un infarto posee un riesgo alto de tener mortalidad por arritmias. El riesgo es del 20 al 28 por ciento según los estudios.

La presencia de arritmias ventriculares (extrasístoles, taquicardias ventriculares), sostenidas y no sostenidas hacen que el paciente tenga mayor riesgo de arritmias mortales. Requiriendo en situaciones especiales, evaluación electrofisiológica especializada. Para conocer más sobre el riesgo consulte a su cardiólogo especialista en arritmias.

 

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Presión arterial nocturna y el cerebro

 

Un estudio encabezado por la doctora María Cristina Sierra y publicado en la Revista Española de Cardiología analizó la relación entre las personas que mantienen sus niveles de presión arterial alta durante la noche y los efectos que produce en la función cognitiva.

Se tomaron pacientes de mediana edad, con hipertensión no tratada (sin antecedentes familiares de hipertensión, sin diabetes ni consumo de alcohol ni deterioro cognitivo). En el grupo analizado había pacientes que reducían la presión arterial sistólica un 10 por ciento durante la noche, mientras que otro grupo lo reducía más que el 10 por ciento.

Los resultados demostraron que aquellos pacientes que no reducían su presión arterial por la noche sacaron peores resultados en los test de memoria y evocación, de lenguaje y de atención.

La relación entre la elevación de la presión arterial y el desarrollo de un deterioro cognitivo está demostrado y aceptado en varios estudios, aunque no se ha logrado explicar todos los mecanismos que generan el deterioro, se atribuye a la enfermedad cerebral de pequeño vaso.

Sin embargo, los estudios realizados hasta ahora en el tema no han sido concluyentes en los efectos de los tratamientos hipertensivos para reducir el deterioro de la función cognitiva. Las investigaciones realizadas hasta ahora han generado debate por sus resultados variados. Todavía queda mucha investigación que hacer en el tema.

 

¿Cómo saber si sufro de presión arterial nocturna?

La única manera es a través de un chequeo con un mapa de presión arterial. Se trata de un estudio que controla la presión durante 24 o 48 horas, para que el cardiólogo tenga un panorama completo de cómo son los niveles de la presión del paciente.

¿Qué síntomas tiene la hipertensión arterial nocturna?

Esta enfermedad suele ser silente, es decir sin síntomas. Pero podría manifestarse con cefaleas al levantarse o sueños interrumpidos con dolores de cabeza.

¿Qué personas tienen riesgo de sufrir hipertensión arterial nocturna?

Los hipertensos resistentes al tratamiento, pacientes de insuficiencia renal crónica, enfermeades de glándula suprarrenal, insuficiencia cardíaca, pre clampsia y eclampsia.

¿Qué cuidados extra tener?

En los casos en que el cardiólogo diagnostique al paciente con presión arterial nocturna le indicará un antihipertensivo que regula la presión durante la noche. Y continuar tomando sus medicamentos para la presión arterial.

Consejos:

-Tome la medicación para la presión arterial al horario establecido por el médico.

-Recuerde que la medicación antihipertensiva tiene un tiempo de efectividad en el organismo, conozca cuánto tiempo demora en actuar la medicación y por cuánto tiempo actúa.

-La causa más común de hipertensión arterial es la falta de toma de medicamentos. Por tal motivo debe considerar parte de la rutina la toma de los medicamentos para la presión.

-Hay medicaciones antihipertensiva que pueden producir eliminación de líquidos a través de la orina (diuréticos), esto es beneficioso por lo que el paciente no debe tomar más líquido por orinar más.

-SI usted tiene registros de hipertensión arterial de más de 160/100 en más de tres veces en el día, consulte a su médico para un reajuste de tratamiento.

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¿Puedo ejercitarme si tengo una enfermedad cardiológica?

La respuesta es sí. El paciente que sufre alguna cardiopatía tiene opciones para no caer en el sedentarismo y poder hacer ejercicio con regularidad.  Inclusive, el ejercicio puede reducir los síntomas de la cardiopatía al fortalecer el músculo del corazón.

Gracias al ejercicio podría por ejemplo desaparecer el dolor de pecho, a reducir los niveles de la presión arterial y colesterol, así como el azúcar en sangre para los diabéticos.

No sólo el músculo cardíaco se fortalece con la actividad física regular, también los huesos y ayuda a bajar de peso.

¿Cuándo es recomendable comenzar con el ejercicio tras haber tenido un  episodio como un infarto o crisis de arritmias?

Esa pregunta la responde el cardiólogo del paciente cuando lo vea recuperado,  y con buen estado físico.   Una vez que de la autorización para comenzar, también

¿Qué ejercicios realizar?

Al comienzo se recomiendan rutinas suaves, como para principiantes. Un cardiólogo deberá darle la aprobación para poder ejercitarse. Se recomienda actividades como caminar, nadar, andar en bicicleta o trote suave de tres a cuatro veces por semana.  Lo importante no es la intensidad del ejercicio, sino que se realicen varias repeticiones para que tenga efecto.

Incorpore estiramiento antes de comenzar la  actividad o precaliente los músculos para evitar lesiones. Debe evitar quedar agotado por el ejercicio, para eso, haga las pausas necesarias para recuperarse y no terminar demasiado cansado. Si aparecen síntomas o molestias relacionadas al corazón, debe parar la actividad. Recuerde hidratarse bien durante la actividad.

Evite realizar el ejercicio en momentos de mucho calor o al rayo del sol. Elija las mejores horas para hacerlo. En épocas de frío tome los recaudos y abrigos necesarios si se ejercita al aire libre. Si las temperaturas son muy bajas, preferible buscar un lugar cerrado.

También se puede incorporar ejercicios de resistencia con peso, pero para fortalecer el corazón y disminuir los efectos de la enfermedad cardíaca los mejores son los aeróbicos.  Pero si va a levantar peso,  la rutina deberá ser evaluada por un cardiólogo.

 

¿Qué tener en cuenta?

-Tome su pulso en reposo y durante la actividad física para que sirva de parámetro de control de su corazón. Regule el ejercicio de acuerdo a estos valores. Al terminar su rutina, espere unos 10 minutos y vuelva a tomar su pulso para controlar que haya vuelto a los valores normales de reposo.

-Beba abundante agua durante la ejercitación para no deshidratarse.

-Evite lugares de temperaturas extremas (calor o frío) para hacer ejercicio.

-No olvide precalentar los músculos para evitar lesiones y estirar antes y después.

-Respete las pausas y evite el cansancio extremo.

Señales de alerta

Estos síntomas son una señal de alerta para conocer sus propios límites. Coméntelo con su doctor y registre qué actividad fue la que le causó estas molestias. Cuando las molestias persisten y son graves debe recurrir a la emergencia. Actúe con rapidez si siente: dolor, presión, rigidez o pesadez en el pecho, el brazo o el cuello; dificultad para respirar; dolores por gases o indigestión; entumecimiento en los brazos; sudor, palidez, mareos

 

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Holter, aliado en el diagnóstico de arritmias

Muchas veces sucede que el paciente  cuenta sus síntomas y detecta un ritmo alterado en el latir de su corazón pero cuando llega al consultorio del médico cardiólogo y éste le hace un electrocardiograma todo sale normal. Hay arritmias que no son constantes y son las más difíciles de detectar. Para esto, el holter es un aliado del profesional, ya que permite registrar los ritmos cardíacos del paciente en su vida cotidiana y durante un periodo determinado de tiempo.

Algunos motivos para que el cardiólogo indique este estudio a su paciente pueden ser:

*Desmayos o síncopes a repetición

*Palpitaciones

*Antecedente de un evento cardíaco como infarto.

*Sospecha de que el paciente sufre de arritmias

*Problemas o enfermedades en el músculo cardíaco

*Llevar un control de tratamientos farmacológicos y sus efectos en el ritmo cardíaco

El holter registra los ritmos cardíacos durante 24 o 48 horas. Sirve para diagnosticar episodios arrítmicos a lo largo del tiempo que el paciente lo utiliza. Le permite al profesional asociar los síntomas que el paciente dice tener, con lo que está sucediendo en el corazón.  El paciente utilizará este dispositivo en su vida normal, sin alterar la rutina salvo por algunas consideraciones como no realizar ejercicio físico que implique esfuerzo o tomar una ducha o bañarse en la piscina (si se trata de un holter tradicional). El paciente deberá anotar su rutina y las horas de sus actividades para que el cardiólogo pueda asociarlo con lo que el dispositivo registra a lo largo de las horas. No se debe mover el monitor ni mojarse.

Existen otro tipo de dispositivos holter como el implantable que se pone por debajo de la piel, en el tórax. Este requiere un control periódico con el médico para que descargue la información que registra el dispositivo. En algunos modelos cuenta con un dispositivo que con wifi puede transferir al profesional la información recopilada. Se utiliza en casos en los que los episodios de arritmia son aislados (arritmias paroxísticas) y difíciles de diagnosticar. El profesional decidirá cuándo retirarlo.

Otra opción es el holter portátil que el paciente lo lleva consigo durante todo el día, no tiene cables y cuando la persona siente algún síntoma lo activa para que le tome el ritmo cardíaco y registre lo que está sucediendo en el corazón. El cardiólogo puede pedirle al paciente que lleve el dispositivo consigo durante una semana o el tiempo que considere necesario.

 

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