La hipertensión arterial es una de las enfermedades cardíacas más comunes y muchas veces silenciosa. Una de cada tres personas en América latina sufre esta enfermedad, pero casi la mitad lo desconoce. La falta de tratamiento puede derivar en otras patologías cardíacas (acv, infarto, problemas renales, lesiones en los ojos, insuficiencia cardíaca, entre otros) por eso es bueno estar atento a los síntomas que produce. En este post hablaremos de cómo detectar la hipertensión arterial.
Recordemos de qué se trata la hipertensión arterial. La presión arterial se refiere a la fuerza que hace la sangre contra las paredes de las arterias cuando el corazón bombea. Hay dos momentos, la sistólica (máxima) que se refiere a la fuerza cuando el corazón se contrae y la diastólica (mínima) que refleja la presión cuando el corazón está en reposo, entre los latidos. Hipertensión es cuando los valores son más altos de los normales (120 mmHg/ 80 mmHg).
Los síntomas
La mayoría de las veces, la hipertensión es una enfermedad silenciosa que no presenta síntomas, pero en los casos en los que sí, las señales que permiten detectarla son las siguientes:
+Dolores de cabeza
+Náuseas
+Sangrado de la nariz
+Cambios de visión
+Confusión
+Zumbido en los oídos
¿Cuándo prestar mayor atención a la presión?
Hay factores de riesgo que predisponen a la persona a sufrir hipertensión arterial. Por eso, quienes tengan alguno o varios de estos factores debería hacer un control periódico de su presión arterial, que debe ser tomada en un ambiente tranquilo y con temperatura templada, en posición sentada y luego de cinco minutos de reposo para que la persona logre calmar sus signos si es que llegó caminando rápido o subiendo escaleras. Esta recomendación es también para el autocontrol en el domicilio.
Las personas que tienen mayor riesgo de padecer esta patología son los que:
+Personas de raza afroamericana
+Obesidad
+Estrés o ansiedad
+Consumir demasiado alcohol
+ingerir mucha sal en la dieta
+Tener familiares que la sufran
+Fumar
+Tener más de 50 años
+Utilizar anticonceptivos (algunos de ellos pueden predisponer a la hipertensión arterial)
+Embarazo o preclampsia
+Menopausia
+Obesidad central o abdominal
+Sedentarismo
Los pacientes que sufren diabetes deben tener también atención particular con la hipertensión y es fundamental que lleven un control frecuente. La diabetes afecta a los vasos sanguíneos, a los riñones, a los ojos y los nervios periféricos. Esto significa que aumenta el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares cuando está asociada al aumento del colesterol e hipertensión. El principal problema con los diabéticos es la falta de síntomas.
Otro grupo vulnerable son los mayores de 65 años, ya que el 60 por ciento de este grupo etario sufre hipertensión, tanto hombres como mujeres. El paso de los años afecta también a la estructura del corazón, al músculo cardíaco y a la elasticidad de las arterias. Los pacientes mayores de 65 años
pueden tener presiones muy altas y muy bajas, por lo que se requiere hacer un seguimiento de cerca para poder promediar los valores y llegar a un diagnóstico y tratar la enfermedad.
Los jóvenes no están exentos de sufrir hipertensión. Ha aumentado la cantidad de pacientes entre 18 y 50 años. Estos casos, generalmente están asociados a la obesidad y obesidad abdominal, también a malos hábitos de alimentación, exceso de sal en la dieta y falta de ejercicio. Contribuye a la aparición de hipertensión en jóvenes los antecedentes familiares, el cigarrillo y el alcohol. También existen patologías que pueden propiciarla como tumores suprarrenales, estrechez de las arterias o síndrome de Cushing.