Anticoagulación, la clave para prevenir un ACV

Anticoagulación, la clave para prevenir un ACV

Uno de las principales causa de muerte en enfermedades cardiovasculares en el mundo son los accidente cerebrovasculares. En 2012, 6,7 millones de personas en el planeta murieron a causa de un acv, según la Organización Mundial de la Salud.  Sin embargo, la prevención puede ayudar a evitarlos o a conocer las señales de alerta para tener una atención temprana y disminuir las consecuencias del mismo

La antigoagulación juega un rol fundamental aquí.

Los accidentes cerebrovasculares suelen ser fenómenos agudos producidos por una obstrucción que impide el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Esto suele producirse por los depósitos de grasa en las paredes de las arterias, pero otras causas son las hemorragias en los vasos cerebrales y los coágulos de sangre.

Uno de los factores de riesgo de los ACV son las arritmias capaces de producir coágulos sanguíneos que viajen hasta el cerebro y bloqueen el flujo, como la fibrilación auricular. Para los pacientes que sufren un acv pero además tienen la arritmia fibrilación auricular, las probabilidades de muerte son mayores.

La importancia de la anticoagulación en un paciente con arritmia

– C = insuficiencia cardíacaPara el médico que trata pacientes con fibrilación auricular el principal objetivo es prevenir el ACV, para eso se vale de una tabla llamada CHADS2 para medir el riesgo que el paciente tiene de sufrir un accidente. Se vale de los siguientes puntos:

-H = hipertensión arterial

-A = Age (edad) si se es mayor a 75 años

-D = diabetes

-S2 = Stroke (se suma dos puntos si se tuvo un ACV anteriormente)

Valiéndose de estos puntos y cuánto suma el total final se conoce el riesgo de ACV del paciente. Si el resultado de cada letra da 0, entonces el riesgo es bajo, por lo que se recomienda al paciente tomar una aspirina diaria solamente. Cuando el valor es 1 el riesgo es moderado, entonces la indicación es la aspirina o un anticoagulante como podría ser la Warfarina o nuevos anticoagulantes orales. Si el resultado es 2 o más entonces se indicará al paciente el anticoagulante.

Existe también dos causas de cardio embolia que no corresponde a fibrilación auricular. Una de ellas es la embolia paradojal, en donde el trombo proviene de las venas profundas de los miembros inferiores a causa de trombosis venosa profunda. En esta condición el paciente tiene una patología congénita que se llama comunicación interauricular.

La segunda causa corresponde a los corazones dilatados (miocardiopatía dilatada), ya sean de causa isquémica, ideopática (causa desconocida) o congénita. Al estar dilatado el corazón se genera un remanente o estancamiento de sangre continuo, lo que puede activar los factores de coagulación y generar trombos en ese remanente.

Conoce tu riesgo de ACV aquí

Síntomas de cardio embolia

La escala de San Cincinnati, en base a los síntomas, la puede  utilizar el paciente para saber si está sufriendo un ACV.

-Asimetría facial: haga que el paciente muestre los dientes o sonría frente a un espejo.

-Derivación de los brazos (cuando al levantar los brazos uno de ellos no responde): Haga que el paciente ponga los brazos extendidos durante 10 segundos y si un brazo cae hay pérdida del tono muscular.

-Lenguaje anormal: haga que el paciente diga “el perro de San Roque no tiene rabo”.  Si el paciente arrastra las palabras es anormal.

En la interpretación, si uno de estos puntos es anormal la probabilidad de ataque cerebral es de 72%, si dos son anormales es 85%.

¿Cómo actúan los anticoagulantes?

Los anticoagulantes actúan sobre distintos factores de coagulación, generando una disminución en la agregación plaquetaria, evitando la formación de trombos y como vulgarmente se dice “diluyendo la sangre”.  Esta anticoagulación puede llevar a riesgos hemorrágicos por el aumento en los tiempos de la coagulación.

Cuando un paciente sufre una herida, la coagulación se encarga de parar la sangre y la agregación de las plaquetas se encarga de generar un coágulo para posteriormente reparar y cicatrizar el tejido. Cuando un paciente toma anticoagulantes, este proceso fisiológico natural se enlentece, por lo que un paciente anticoagulado puede tender a hemorragias o sangrados.

Cuando un paciente tiene un infarto cerebral (acv isquémico por trombo) puede tener la posibilidad de transformarse en un acv hemorrágico, poniendo en riesgo aún más al paciente que toma anticoagulantes.

Por esto se debe realizar un método de imagen para poder seguir la evolución del infarto cerebral: tomografías y resonancias.

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