¿Qué es la muerte súbita?

¿Qué es la muerte súbita?

Qué pasa en el cuerpo cuando un evento de estos sucede, qué lo provoca, cómo se previene, cómo actuar.

La sangre deja de fluir, no irriga los órganos y sobre todo no llega al cerebro. Esto produce una pérdida de conciencia y la muerte que se da de forma inesperada. Minutos antes de perder la conciencia se empiezan a sentir los síntomas. Puede suceder en personas con enfermedad cardíaca diagnosticada o desconocida. El corazón empieza a latir peligrosamente rápido, haciendo que tiemble en lugar de bombear sangre al cuerpo y al cerebro. En pocos minutos llega la muerte.

Palpitaciones, dolor de pecho, mareo y finalmente desmayo, son las señales que se presentan. La mayoría de las veces, la muerte súbita está relacionada con una arritmia cardíaca maligna que produce un paro cardíaco. Las más comunes son la fibrilación auricular y la taquicardia ventricular. Las personas que sufren enfermedades en las arterias coronarias tienen un factor de riesgo más alto, ya que hay una relación de 80 por ciento entre estos eventos y esa patología.

Los deportistas también pueden sufrir muerte súbita, a pesar de llevar una vida y alimentación sanas. Muchas veces no puede conocerse las causas de estas muertes inesperadas y el diagnóstico escapa a los controles médicos de rutina, sin embargo, algunas razones frecuentes son la miocardiopatía hipertrófica (enfermedades que afectan al músculo del corazón y al bombeo de la sangre) y la displasia arritmogénica de ventrículo derecho (enfermedad congénita caracterizada por la atrofia muscular y reemplazo del miocardio ventricular derecho por tejido adiposo o fibroadiposo).

En algunas ocasiones el paciente se recupera solo de la muerte súbita, que puede confundirse con un simple desmayo. En otras ocasiones, es necesario desfibrilar al paciente (con una descarga eléctrica) o hacerle Resucitación Cardio Pulmonar (RCP).  Es importante en todos los casos llamar a la emergencia, antes de comenzar a asistir al paciente.

En algunos países es obligatorio que exista un equipo de cardioversión eléctrica externa en los lugares de concurrencia masiva como pueden ser aeropuertos, museos, estadios de fútbol, malls, clubes, dependencias públicas, entre otros. Los propietarios de los lugares están obligados a comprar los dispositivos e instruir a su personal en cómo utilizarlos.Un estudio publicado en New England Journal of Medicine, encabezado por el doctor Myron L. Weisfeldt, director del Departamento de medicina de la Facultad de medicina de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore; prueba que las probabilidades de sobrevivir a un paro cardíaco son mayores si lo causa una arritmia «desfibrilable» y si los transeúntes pueden administrar reanimación cardiopulmonar (RCP) y un choque con un desfibrilador externo automático (DEA) que esté a mano. El equipo de Weisfeldt recopiló datos sobre 12.930 paros cardíacos (2.042 ocurrieron en un lugar público y 9.564 en el hogar). El 79 por ciento eran arritmias desfibrilables, entre estos tipos de paros cardíacos, el 34 por ciento de las personas que fueron tratadas con un DEA usado por un espectador en un lugar público sobrevivieron y fueron dadas de alta del hospital.

En los pacientes diagnosticados con riesgo de muerte súbita, se les suele colocar cardio desfibriladores  implantables (son de tamaño y aspecto similar al marcapaso pero realizan de manera automática e inmediata la desfibrilación para recuperar al paciente).  Son indicados para personas con arritmias malignas, insuficiencia cardíaca y para aquellos que han presentado ya muerte súbita y fueron reanimados con éxito.

 

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