El ejercicio contra las arritmias. La actividad física es un arma contra las arritmias en pacientes obesos. “Bajar de peso es necesario en estos pacientes. Pero, es más beneficioso si esto viene de la mano ejercicio físico. La actividad física rutinaria hace que mejore su capacidad cardiorespiratoria. Esto reduce el riesgo de fibrilación auricular”, asegura Luis Alberto Gómez Macías, cardiólogo especialista en arritmias. Y agrega: “Hay que combinar ambas cosas, ejercicio y cuidados para bajar de peso”.
Un estudio publicado en 2015 en el Journal of The American College of Cardiology asegura que en pacientes obesos se reduce su riesgo de arritmia llamada fibrilación auricular más por el ejercicio físico que por la pérdida de peso. El riesgo continúa decayendo en la medida de que el paciente sigue su rutina física. “La fibrilación auricular es una de las arritmias más comunes. También de las más peligrosas, ya que tiene riesgo de generar accidentes cerebrovasculares. Por eso, los pacientes con esta arritmia están anticoagulados”, explica el cardiólogo especialista en arritmias. Y además explica que la obesidad trae consigo otros riesgos que preocupan a los cardiólogos como muerte súbita, hipertensión, dislipidemia, arritmias ventriculares y diabetes.
Ejercicio es un arma contra las arrtimias
La baja actividad física es un factor de riesgo para las arritmias como la fibrilación auricular. Esta investigación estudió pacientes con fibrilación auricular y 27 de índice de masa corporal (sobre peso) y los separó entre tres grupos: “bajo”, “moderado” y “alto” nivel de gimnasia cardiorespiratoria.
Durante cuatro años midieron el impacto de su nivel fitness en la recurrencia de arritmias. El programa contemplaba pérdida de peso e incremento de ejercicio. Al cabo de cuatro años, en los pacientes del grupo de “bajo” nivel fitness había un 17 por ciento libre de arritmias. Por otro lado, en los del grupo “moderado” el 76 por ciento estaba libre de arritmias. Y en el grupo de alto nivel de ejercicios cardiorespiratorios, el 84 por ciento estaban libres de arritmias. Los investigadores detectaron que cada incremento en el equivalente metabólico (que mide el coste de energía en actividades físicas), había un 20 por ciento de reducción del riesgo de recurrencia de arritmias.
El estudio también comparó aquellos pacientes del grupo que ganó capacidad cardiorespiratoria y los que perdieron peso. Los resultados (libres de arritmias) eran dos veces mejores en los que habían ejercitado.
“Los pacientes con arritmia fibrilación auricular en su mayoría se benefician con el ejercicio físico moderado. Se reducen o desaparecen los síntomas y mejoran la calidad de vida. Pero, a algunos pacientes la actividad física les dispara los síntomas”, explica el cardiólogo especialista Gómez Macías. Agrega: “El paciente debe controlarse el pulso para mantenerse en un rango seguro. En especial los que son asintomáticos”. Además advierte que durante la rutina hay que tener cuidado con los desmayos o fatigas extremas. “Se recomienda comenzar progresivamente la actividad, quizás iniciar con 15 minutos”, afirma el cardiólogo especialista en arritmias.