Arritmias y deportes

Arritmias y deportes

Las personas que hacen deporte con intensidad o se dedican a esto de manera profesional suelen llevar una dieta equilibrada, sin vicios que afecten su desempeño (como fumar o tomar alcohol) y cumplen con los requisitos de evitar el sedentarismo para tener un cuerpo sano. Por eso sorprende tanto cuando una persona que realiza ejercicio físico diariamente se enferma y del corazón.

Hay muchos factores que pueden incidir en que esto suceda.

Uno de ellos es que el corazón es también un músculo y un entrenamiento de resistencia puede generar cambios estructurales en el órgano, que afecten la conducción eléctrica. Otro de ellos son las enfermedades congénitas que no son detectadas a tiempo. Toda persona que vaya a comenzar a ejercitarse con regularidad necesita hacer previamente una visita con el cardiólogo para que le realice exámenes de rutina como el electrocardiograma para darle el apto físico para que comience con la actividad.

Los casos más comunes de arritmias en atletas son  la dilatación auricular y ventricular izquierda, la hipertrofia ventricular, bradicardia sinusal, bloqueo aurículo-ventricular, ondas T negativas, y elevación del punto j.

Algunas arritmias se producen por causas congénitas como la fibrilación auricular (que también puede ser adquirida como consecuencia de otras patologías que afectan la fisionomía del corazón). Cuando  es una raíz genética es porque ciertas células del corazón laten fuera del ritmo y cumplen una función de marcapasos que afecta al correcto latido del corazón, produciendo la arritmia.

Otra de las arritmias congénitas es el Wolff-Parkinson White. En las personas con el síndrome algunas de las señales eléctricas del corazón bajan por una ruta adicional. Esto puede causar taquicardia supraventricular.

Deportistas de alto rendimiento y la Fibrilación Auricular 

Sin embargo, recientemente fue publicado en la revista European Heart Journal un estudio del grupo de Enfermedades Cardiovasculares del Hospital Clínico de Barcelona que relaciona predisposición a tener la arritmia fibrilación auricular con la práctica deportiva de alta intensidad.

Este estudio analizó a 1160 pacientes a lo largo de dos años. Uno de los descubrimientos fue que el seis por ciento del grupo padecía fibrilación auricular y eran menores de 65 años. Este porcentaje eran 32 pacientes (todos hombres) que habían realizado actividad deportiva de alta intensidad durante la juventud y parte de la etapa adulta, pero que ahora se habían convertido en sedentarios.

 Al grupo de los que habían sido deportistas se lo contrapuso con un grupo de pacientes de fibrilaciòn auricular, menores de 65 años, que habían llevado una vida sedentaria. Lo que los investigadores encontraron es que el grupo de los deportistas había comenzado con las crisis de arritmia a más temprana edad pero tenían menor incidencia de hipertensión arterial, además los episodios de arritmia sucedían durante el descanso, principalmente en la noche. Mientras que en el grupo de los sedentarios no se pudo encontrar una clara relación.

Este estudio también encontró que en los pacientes con fibrilación auricular, los deportistas representaban el 63 por ciento. Esto es un porcentaje mayor al de incidencia de la población general.

El estudio abre una llamada de atención pero aclara que para que los resultados sean concluyentes y se pueda relacionar al ejercicio intenso y prolongado con un factor de riesgo para la fibrilación auricular, hace falta más estudios realizados a 10 o 20 años.

¿Qué ejercicios se reconocen como moderados?

-Caminar

-Bailar

-Juegos y deportes con niños

-Pasear a las mascotas

-Trabajos de reparaciones domésticas como pintar o arreglar el techo.

-Levantar peso moderado

¿Qué significa actividad deportiva intensa? 

-Running

-Escalar

-Bicicleta (a gran velocidad)

-Aeróbics

-deportes competitivos como fùtbol, tenis, hockey, voleibol.

-levantar cargas pesadas

Lo recomendado mundialmente es 30 minutos diarios de ejercicio moderado para tener una vida sana. Los controles previos a comenzar la actividad son importantes, más si es mayor de 45 años y si tiene diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo o alguna otra enfermedad que pueda verse afectada por el ejercicio.

Cuando el deporte se realiza en intensidad y duración moderada, no solo no aumenta el riesgo de arritmias sino que la reduce. La obesidad es un factor de riesgo para sufrir fibrilación auricular, en esto también el ejercicio moderado ayuda a reducir el riesgo, facilitando la quema de grasas.

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